Seguimos hablando de los sentimientos, pero esta vez, vamos a ver cómo reparar el daño que podamos sentir que nos causan o el que hayamos podido causar.
Si bien es muy difícil aprender a dejar el ego de lado e intentar comprender la situación desde un punto de vista externo a nuestra propia corporalidad, el ponernos en la piel prójimo nos va a permitir percibir las situaciones desde diferentes puntos de vista, podremos aprender a perdonar, a aceptar que nos pidan perdón y sobre todo a ser capaces de perdonarnos a nosotros mismos.
Pero todo empieza por olvidarnos un poco del ego. Entendiendo los motivos que han podido generarlo todo.
Ser capaz de reconocer que no lo hemos hecho bien, que podemos perdonarnos, y que con ello podemos aprender a ser mejores versiones de nosotros mismos es simple, pero no sencillo.
Reconocernos en esas situaciones es el paso necesario para poder perdonar después a otros, y como no, aceptar que otros nos puedan pedir perdón.
Como ves, todo empieza por uno mismo.
La palabra sigue siendo poderoso instrumento de nuestra consciencia, el acto de pedir perdón lo demuestra, ya que nos transforma desde dentro y nos lleva a la unión con la otra parte, aunque ya lo dice la letra de la canción, “sorry seems to be the hardest word” (parece que perdón es la palabra más difícil de pronunciar)
Para más información de liderazgo, hemos lanzado un canal de podcast. ¿te apetece escucharlo?